Mientras el Perú Dormía ...

 

 

EL GENERAL

 

“Las necesidades geopolíticas de Chile llegan hasta Lima”

  

Era marzo del 2002; después de 503 días de estar detenido en Londres para ser extraditado a España y poder ser juzgado por asesinatos y desaparición de ciudadanos chilenos, el octogenario general regresaba a su Santiago querido. Quedaba libre mediante el recurso de que no se encontraba en “condiciones” de afrontar un proceso judicial por su precario estado de salud. 

 

Al pie del avión que lo trajo  desde Londres; sentado en una silla de ruedas, repentinamente, el general se para y camina como si nada hubiese pasado. Engaña a todo el mundo y sale victorioso una vez más. El ejército chileno lo recibe como si aun fuera jefe de estado. Militares de alto rango y sus más cercanos colaboradores lo saludan y abrazan como si fuese un héroe. El pueblo lo aclama.

 

Ya en su residencia pide que lo dejen solo. Se sienta en su mueble favorito. Mientras toma una copa de vino, ve por la ventana de su habitación que dos golondrinas juegan en su patio, como dándoles la bienvenida. Sus pensamientos retroceden 30 anos atrás, era 8 de setiembre de 1973 y aun recuerda cuando un general de aquel entonces le explica la situación de su país y le  dice que va a ver golpe de estado y va con o sin su apoyo, a lo que el responde:

- “¡Yo no soy marxista mierda!”. Sin querer golpea el sillón con furia, igual como lo hizo aquella vez, 30 años atrás. Mira a su alrededor para estar seguro que no haya nadie, y sonríe.

 

 

EL FABRICANTE DE GUERRAS

 

Hubo una época en que Roma fue el centro del mundo. Así también durante el siglo XX los Estados Unidos fue y lo seguirá siendo durante una buena parte del siglo XXI.  Durante su reinado actúa como un policía internacional que vela por imponer paz y justicia en lo que ve un mundo sin ley, donde es preciso disuadir y destruir a los malhechores con todo el peso de la ley o por lo contrario a punta de patadas y si aun así no puede, a punta de pistola.

 

Uno de esos policías internacionales fue Henry Kissinger. En su época se había convertido en el personaje clave y con más poder de decisión en la sombra del gobierno de Estados Unidos y, en consecuencia, del mundo. Era de carácter tremendamente frío. Nunca pensaba en los daños humanos. Tenía miedo a las revoluciones, el desorden y la soledad. Odiaba a las masas y era anticomunista hasta el tuétano de sus huesos. Desde su punto de vista, los intereses de Estados Unidos estaban por encima de todo. Ni tan siquiera sus aliados dispondrían de voz y voto en las más altas decisiones.

 

A pesar que estuvo envuelto en operaciones encubiertas con la CIA, ya sea en conspiraciones, golpes de estado o conflictos armados alrededor del mundo; en 1973, Kissinger, el fabricante de guerras, quien había favorecido la actuación de Chile a favor de los crímenes de la dictadura de Pinochet, obtuvo el premio Nóbel De La Paz. Fue el momento más vergonzoso en la historia de tan prestigioso premio. (Continuar)

 

 

 

EL VIEJO

 

El Viejo estaba sentado, con las manos en el mentón. Pensando.  Miles de veces se hacia la misma pregunta. ¿Donde habían fallado? ¿Cual fue el error fatal que habían cometido? No sabia donde estaba. Tampoco sabía si era de día o de noche. Mas aun, ni siquiera sabia cuanto tiempo llevaba preso. Solo escuchaba el ruido de las olas…

 

Tenía 34 años cuando salio de su amado y querido Perú. Se había quedado sin trabajo. Eran tiempos difíciles en esa época, como siempre lo fue. Tenía todo listo, pero aun tenia dudas para irse. Fue cuando tuvo su última oportunidad. Después de varias pruebas donde se presentaron decenas de candidatos, le llamaron para una entrevista personal con el fin de ocupar un cargo gerencial en la Caja Municipal de Trujillo. Después de saludar a los entrevistadores y decirle que estaban interesados en sus servicios profesionales, le hicieron saber que solamente le harían dos preguntas:

 

- “¿Fecha de nacimiento de Víctor Raúl Haya de La Torre?”

 

Se quedo helado. Atino solo a sonreír. Solamente sabía que había sido un ideólogo y fundador de uno de los partidos políticos más viejos y tradicionales del Perú. Después de morir, sus seguidores llegaron al poder y  llevaron a la banca rota a nuestro país. Así les hizo saber.

Los entrevistadores se quedaron atónitos. Se miraban los unos a los otros. Se pararon y le hicieron saber que la entrevista había terminado. El insistió, pero no le hicieron caso. Se quedo parado. Pensando. No sabía si llorar o reír. No sabia si sentía odio, rabia o pena. Horas más tarde una amiga que trabajaba en Recursos Humanos le dijo que la vacante había quedado desierta porque ningún candidato pertenecía al “partido”. Dos días después y sin comunicar a nadie, ni siquiera a sus mejores amigos, peor aun a sus padres o hermanos, salio del Perú. Su periplo fue Europa, un país llamado Italia. Comenzaría una nueva vida como muchos peruanos lo habían hecho y continúan haciéndolo alrededor del mundo.

 

 

 

LA REBELION DE LOS VAGOS

 

 

 

 

 

 

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