Hace muchos siglos hubo un rey nacido en Esparta llamado Leonidas. Cuando el ejército persa trata de invadir y conquistar su país,  su propio gobierno se opone a una guerra. Leonidas decide ir al frente junto con  300 valerosos soldados para bloquear al invasor en el paso de las Termópilas. Después de luchar encarnizadamente por días y dar muerte a miles de enemigos; y antes de rendirse, Leonidas y sus soldados caen con honor.

 

Aunque han pasado más de dos mil anos desde aquella hazaña llena de heroísmo, nuestra historia mundial a lo largo del tiempo aun recuerda a valerosos hombres como Leonidas. Este es el ejemplo mas claro de que el deber de un patriota es el de morir en el campo de batalla aun cuando su propio gobierno o ejercito, ya sea por miedo o debilidad, están en contra de una guerra.

 

Muchas veces callar se convierte en una culpa interna que te va carcomiendo el alma poco a poco; entonces para liberar esa culpa, hablar y decir la verdad se convierte mas que una obligación:

 

Para que engañarnos más. ¿Acaso no recuerdan que hubo una vez que desaparecimos como estado? ¿Acaso después no podemos desaparecer nuevamente? ¿Acaso ya olvidamos, o tememos  recordar, aquella vez que hicimos que nos llamen por pura lastima la Confederación Perú-Boliviana? ¿Acaso hemos olvidado que en esa época, el Perú, vencido, desaparece como tal dentro de la órbita de Bolivia?

 

Entonces debemos preguntarnos: ¿No puede volver a suceder lo mismo 180 años después ¿Porque 180 años después no podríamos llamarnos la Confederación Perú-Chilena? ¿Acaso no nos hemos dado cuenta que a eso vamos? ¡Que ese es el objetivo final!

 

También debemos preguntarnos: ¿Qué es patriotismo en pleno siglo XXI? Época en el que estamos viviendo en una aldea global y la globalización es un hecho que no se puede negar. Época en que países desaparecen o se crean otros. Época en el cual muchas personas vienen o van a diferentes partes del mundo a establecerse. Para ellos que llegan, patriotismo no tiene significado porque nunca olvidaran el país donde nacieron. ¿Y que hay de aquellos que se sienten de origen japonés o alemán o chino? ¿O los otros que han sacado pasaporte extranjero y se creen más italianos, españoles, chilenos, argentinos o norteamericanos que peruanos?

 

Amar a nuestra familia es querer lo mejor para ellos, de igual manera, amar a nuestro país es hacerlo grande y poderoso. Si no quieres un futuro mejor para nuestro país, entonces ¿Como puedes decir que lo amas y eres patriota?

 

¿O acaso patriotismo es una mentira? ¿28 de Julio tiene aun significado? ¿O es simplemente una excusa para que una cuentas personas hagan ruido y se emborrachen? ¿Acaso aquellos que usan símbolos en realidad actúan como verdaderos patriotas?

 

Amar a nuestro país no es solamente saludar a la bandera. Patriotismo significa más que llevarse la mano al pecho durante el himno nacional. Significa aun mas que ir a votar cada 5 años, firmen tu LE y te pongan un poco de tinta morada en el dedo. El verdadero patriota no tiene nada que ver  con todo eso. ¡Es acerca de acciones, no palabras!

 

Muchos no entendemos o no queremos entender que una tercera invasión ya empezó, y que hace mucho tiempo el Perú es cada vez menos peruano. Pero todos tienen miedo decirlo. Nadie tiene los huevos para gritar lo que actualmente esta pasando y sucediendo en forma silenciosa. Nadie tiene los cojones para gritar a los cuatro vientos que el enemigo duerme con nosotros. Nadie tiene las agallas para decir  que  el enfrentamiento con ellos no es militar sino económico y político: “¡Y estamos perdiendo!”

 

Aunque hace décadas muchos compatriotas se fueron de nuestro país por diferentes motivos, aun siguen amándolo y deseándolo. Trabajaron y triunfaron. Ahora de diferentes partes de mundo vuelven para luchar contra una nueva invasión. Nos hemos dado  cuenta que hay traidores por todas partes metidos desde donde se dirige toda nuestra nación: los poderes económicos y políticos. Estos traidores no se han vendido por un puñado de monedas de oro, como lo hizo judas en su oportunidad, sin por miles de millones de billetes verdes. Verdecitos.

 

Entonces ¿debemos quedarnos cruzados de brazos y esperar a que fuera lo que Dios quisiera? Vamos a ver esta vez quién se lleva la bandera: nosotros los peruanos o ellos los invasores y traidores.

 

Solo el tiempo nos enseñara si lo que hemos descubierto es verdad o mentira. Muchas veces las verdades no sobreviven a los siglos, pero esta es una verdad que ha sobrevivido más de un siglo y será contado a los cuatro vientos.

 

 

 

 

 

Make a Free Website with Yola.